Ayer visité el Moncada y la Granjita Siboney

Un grupo de creativos de la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales (ACCS), en su mayoría diseñadores, fotógrafos, redactores y realizadores audiovisuales, viajamos desde Las Tunas  hacia Santiago de Cuba para visitar varios sitios  de la Ciudad Héroe,  vinculados con los hechos históricos del 26 de julio de 1953.

En el Cuartel Moncada, (segunda fortaleza del Ejército de Batista en la Isla, hoy Ciudad Escolar) , fuimos recibidos por integrantes de la Asociación de Combatientes, familiares de mártires y especialistas del Museo, ubicado en uno de los pabellones contiguo a la histórica posta 3, por donde un grupo de revolucionarios al mando del joven abogado Fidel Castro Ruz, intentaron dar un duro golpe a la dictadura del presidente Fulgencio Batista.

En el contexto de la conmemoración nacional  por el Aniversario 60 de los Asaltos a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes,  los creativos de la ACCS de Las Tunas, preparamos una exposición de propaganda gráfica, de ahí el marcado interés por conocer in situ la historia viva que atesoran estos  inmuebles, devenidos Monumentos Nacionales.

“El 26 de Julio de 1953 fue la respuesta del pueblo cubano ante la situación creada por Fulgencio Batista con el golpe de estado el 10 de marzo de 1952, y la búsqueda de un camino a través de una Revolución que permitiera erradicar los males económicos y sociales producto del control norteamericano”, significó Ana Santa Cruz Pacheco, especialista del Museo.

Durante el recorrido captamos muestras evidentes de todos los sucesos ocurridos durante la noche de la Santa Ana, tanto en el Moncada, en  la Granjita Siboney, como en  el Cuartel Carlos Manuel de Céspedes en Bayano. En todo momento se hizo evidente  que el hecho marcó un hito histórico, generacional y revolucionario. Desde un principio proclamó la necesidad de efectuar cambios sociales en el país sin conexión alguna con los partidos tradicionales, buscando la autenticidad de una revolución con todos y para el bien de todos, como proclamó José Martí, inspirador intelectual de la gesta.