Donde hubo marabú se incrementa la producción lechera
Hace apenas un año, el panorama que exhibían los potreros de las Empresas Pecuarias de Las Tunas era muy complicado por el alto volumen de marabú. En el municipio de Majibacoa, los trabajadores de la Unidad Empresarial de Base Julio Dieguez, empapaban las camisas de sudor, se arañaban los brazos con las ramas espinosas, y no veían una solución definitiva para erradicar las plantas invasoras.
“Derribar el marabú se convirtió para nosotros en una tarea de primer orden. Por aquí no caminaban ni los gatos, estaba tan compacto que impedía hasta que los felinos entraran en busca de ratones”, dijo entre carcajadas Rafael Peña, mientras sujetaba la s riendas del caballo para arrear el ganado.
El experimentado ganadero tenía razón, el marabú frenaba el desarrollo pecuario de Barranca, comunidad ubicada en la periferia del Central Majibacoa. Por eso al crearse la Finca, fue Rafael quien propuso que se identificara por el nombre del caserío, pues con la chapea y la quema continua del marabusal, habían descubierto que una barranca del Río era el mejor lugar para construir la vaquería.
“Eramos diez hombres los que nos aferramos a la idea de producir leche en las áreas que iban quedando recuperadas de malezas, todo lo hicimos de manera rústica, cercamos los corrales con los postes que nos proporcionaron las ramas del marabú, construimos la casa de ordeño y adquirimos las primeras 8 vacas en una compra de segunda mano que nos facilitó la Empresa de Omaja”, puntualizó Rafael, quien desde entonces se desempeña como Jefe de la Unidad.
En el 2008 lograron acopiar para el estado Once Mil litros de leche, compraron algunas novillas en gestación y ya en el 2009 iniciaron el año con una masa vacuna de 70 vacas, de ellas 44 están actualmente en ordeño. El ganado se comió los rebrotes del marabú, con los aguaceros de primavera el pasto comenzó a reverdecer, y donde hubo espinas, solo quedan los troncos secos del otrora marabusal.
“Hoy estamos orgullosos del trabajo realizado, controlamos la infectación y ya contamos con 154 hectáreas libres del marabú,y ahora solo nos toca mantenerlo. No lo podemos dejar perder otra vez, imagínese que cerramos el mes de octubre con 41 mil 100 litros de leche entregados para el consumo de la población. Eso es señal de que se puede controlar la plaga: siempre con esfuerzo y voluntad”, reafirmó.
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