Trato hoy de convocar a la memoria
Diez años atrás, un día como hoy, 28 de junio, millones de ojos lloraban de emoción frente al televisor. Un padre llegaba a La Habana, luego de rescatar a su hijo de seís años, de un mar mucho más peligroso que el Caribe y lleno de tiburones con corbatas.
Lo que pudo ser un proceso armónico por regresar un niño a su país ante la imprevista muerte de su madre y la justa solicitud de su padre, se convirtió en una encarnizada batalla legal, por obra y gracia de quienes no entienden el por qué de la Revolución cubana.
La verdad se impuso ante la mentira, y la familia de Elían González pudo abrazar nuevamente al pequeño. El secuestro del niño matancero fue mucho mas que un accidente, toda Cuba, y cientos de amigos de otras parte del mundo se sumaron a la mas universal de las campañas para exigir justicia.
Hoy Elián es ya un adolescente, crece al amparo de su padre Juan Miguel, y se educa bajo los principios de la moral comunista, muy alejado de aquella ideología disfrazada de Loba Feroz y de negocios turbios que llevan la Escoria como apellido.
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