Eunomia exige justicia a 47 años del asesinato de su hijo

En la casa número 76 del asentamiento de campesinos de Maniabón una anciana de 87 años revisa las fotos que por mas de cuatro décadas atesora como algo divino, inexplicable. Es Eunomia Peña Pérez, la madre del soldado guardafrontera Ramón López Peña, víctima de un acto terrorista propinado por marines yanquis en la Base Naval de Guantánamo.

“Fue el 19 de julio de 1964. Mi esposo era carbonero en los manglares de la zona norte de Puerto Padre. Acababa de llegar a la casa cuando nos dieron la noticia. Nuestro hijo mayor había sido asesinado en la posta donde realizaba la guardia”, explica en voz baja la madre del mártir cubano.

La noticia conmocionó a todos. Aquella humilde familia de carboneros tenía 13 hijos. Ramón era el mayor. Con sólo 17 años se había incorporado al Servicio Militar y su frente de batalla era, precisamente, la defensa de la zona fronteriza en la base militar que ocupa, ilegalmente, Estados Unidos en Cuba, desde hace más de un siglo. Eunomia no llora. Levanta la mirada y tan firme como un guayacán expresa: " Que se haga justicia con esos terroristas".