Tataranieta de Federico Capdevila vive en Las Tunas

 Es válido recordar las palabras de nuestro apóstol José Martí cuando sentenció que “… cuando en el mundo hay hombres sin decoro, hay hombres que llevan en sí el decoro de muchos hombres”.

 “Entre esos hombres privilegiados tengo el honor de mencionar a mi tatarabuelo  Federico Capdevila Miñano, Soy la tataranieta del defensor de los Ocho Estudiantes de Medicina de La Universidad de La Habana, al ser sometidos y juzgados en consejo de guerra el 27 de noviembre de 1871”.

 Es Katiuska Lugones Escalante, vecina de la calle José Mastrapa Nro. 42 del reparto Casa Piedra en Las Tunas. La joven técnica en economía y obrera de la Empresa de Proyectos Agropecuarios tiene dos hijos varones: Alberto Ramírez Lugones y Alejandro Areas Lugones, quienes serían quizás los últimos descendientes de Federico Capdevila en Cuba.

 Katiuska atesora valiosos documentos que evidencian los lazos sanguíneos con el  hijo de Medardo Capdevila, militar que había hecho la campaña de África junto a Martínez Campos, y la madre Petra Miñano. Nacido en Valencia, España en 1845.

 “Tengo un cofre que me regaló mi abuela Yolanda Civera Capdevila quien residía aquí en Las Tunas, lleno de recortes de periódicos de la época, fotos, inscripciones de nacimiento, sellos, medallas, y hasta un jarrón que pertenecía  a la familia”.

Ante el triste suceso de 1871 la posición de Federico Capdevila  era evitar, como lo hizo, que la justicia fuera hollada y pisoteado el principio de autoridad por quines pretendían sobreponerse a la sana razón, vinculada a la ley.