Calabaza gigante crece en patio de Las Tunas

Una calabaza gigante crece en el patio del tunero José Tur. El ejemplar mide un metro y dos centímetros de largo ( 39 pulgadas), y puede crecer aún más, pués  no ha llegado todavía a su plena adultez. La descomunal calabaza es fruto de la casualidad, pues el productor nunca antes cultivó esta especie vegetal en su patio, dedicándose fundamentalmente a los árboles frutales.

En el pequeño huerto de la familia Tur, otras calabazas crecen  en igualdad  de condiciones, las ramificaciones de la planta están enredadas entre los gajos de aguacate, limón y chirimoya; pero ninguna sobrepasa el tamaño de ésta, devenida atractivo principal de todos los que admiran los hechos curiosos que proporciona nuestra madre naturaleza.

Nuestro país posee tradición en la cosecha de grandes calabazas. En el año 2006, se reportó desde la provincia espirituana  una de 84 libras, 67 centímetros de largo y 1,25 de diámetro, lograda en una finca cercana al Río Agabama. Otros ejemplares dieron de que hablar. Recordemos aquella de 57 libras en la región de Piedra Redonda en Holguín,  y otra de 46 libras y más de un metro de largo en el Reparto Siboney en La Habana.

 A nivel mundial los pesos alcanzados son mas exorbitantes, las más grandes superan las mil libras. Estudios científicos apuntan que el peso promedio de una calabaza ocsila entre cuatro y diez libras, y el tamaño en unos 40 centímetros. La calabaza de Las Tunas, quizás no rompa record alguno, pero podría inscribirse en la lista de los vegetales más frondosos de la Isla Antillana en la actual centuria.