Preservan cayos en el norte de Las Tunas

Cuba es mucho más que una Isla. Cientos de cayos e islotes rodean a la mayor de las Antillas. Un rompecabezas verdeazul conforma la cayería del norte cubano. Sin embargo, poco se habla de estas pequeñas porciones de tierra cubiertas de bosques, que se yerguen a la entrada de la Bahía de Puerto Padre.

Gracias a un pedraplén, el primero construido en Cuba en 1910, nos desplazamos en auto desde el poblado de Delicias a Cayo Juan Claro.Es una superficie de gran calado donde se encuentra ubicada la Terminal de Azúcar a granel, Puerto Carúpano.

En Juan Claro historia y naturaleza se funden entre antiguas fortificaciones y la obra creadora de la Revolución. Los hijos de los pescadores tienen aquí una fortaleza, la escuela primaria Domingo Goicuría, donde los maestros laboran en aulas multígrados de la Enseñanza Primaria.

Seguimos nuestro recorrido y a pocas millas de distancia aparece en el horizonte Cayo Puerco, en el que predominan los manglares como genuinos representantes del ecosistema costero. Las raíces sumergidas protegen a la costa de la erosión provocada por el oleaje, el viento y las corrientes marinas

Como se aprecia, el cambio climático y el incremento de la intensidad de los huracanes por la zona, atentan contra estos bosques energéticos, llamados así por la reserva de madera que poseen.



El vaivén del oleaje nos lleva de regreso a tierra firme. No sin antes abogar por el cuidado y conservación de estas formaciones emergidas del mar, que aunque están separadas de la Isla Grande conforman el archipiélago de nuestro verde caimán.